Tuesday, March 15, 2011
Mi esposo es un bueno para nada
Alondra (32, San Martín de Porres). Cuando me casé con Raúl, hace un año, sentí que había tomado la decisión más acertada de mi vida, porque se trataba de un hombre maravilloso, trabajador, sencillo y sobre todo respetuoso.
Sin embargo, ahora creo que me equivoqué, luego de conocer un aspecto de su vida, hasta hace un año desconocido, porque resultó ser, sin exagerar, un cero a la izquierda en el hogar.
En este primer año que llevamos de casados no ha entrado a la cocina para nada y mucho menos a la lavandería.
Mi esposo sólo se dedica a trabajar, dormir y comer; no es capaz de arreglar la cama ni llevar los platos al lavadero y mucho menos pasar la escoba por la casa en sus días libres.
Si he aguantado este primer año de matrimonio haciendo todo yo sola en la casa, antes y después de trabajar, es porque lo amo mucho, pero siento que mi paciencia está llegando al límite.
La sonrisa que antes mostraba cuando le cocinaba, lavaba la ropa o limpiaba la casa mientras él leía muy tranquilo su periódico, está desapareciendo poco a poco y he llegado al punto de llamarle la atención.
Raúl, al escuchar mis reclamos, me dijo que no ha nacido para eso, que su madre lo malcrió al tratarlo como a un príncipe, al darle todo lo que necesitaba, porque era hijo único. Su respuesta no me tranquilizó y le advertí que si no apoyaba en las labores del hogar, nuestro matrimonio se iba a ir al tacho, pues habíamos formado un hogar y ambos debíamos colaborar para que todo marche bien.
Sin embargo, hasta el momento no he visto ningún tipo de intención en mi esposo por mejorar y para no tener problemas conmigo sale temprano de la casa y llega bien tarde, cuando ya estoy dormida.
Dígame por favor qué puedo hacer para que mi esposo cambie.
Consejo:
Si deseas que tu pareja cambie, creo que llamándole la atención no lo lograrás. La experiencia dice que para que una persona cambie debemos tratarlo con mucho cariño, debemos resaltar sus virtudes para que se sienta a gusto consigo mismo y luego quererle.
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casos del Corazon
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