El sol se oculta y los días de verano ya van terminando; sin embargo, esta temporada ha dejado una huella de resequedad en los pies. Esto se debe, principalmente, a dos factores: primero, al uso constante de las sandalias y segundo, a las pocas glándulas sebáceas que tiene el pie, lo cual hace que se deshidrate con facilidad.
A pesar de que en invierno las zapatillas son las protagonistas y los pies se mantienen ocultos dentro de ellas, de igual manera deben ser hidratados para eliminar poco a poco las grietas, asperezas y durezas que dejó el verano.
Para que la piel de esta parte del cuerpo recupere su suavidad, el cuidado básico empieza por lavar los pies con agua templada, cortar las uñas en forma cuadrada y aplicar crema humectante todos los días.
Para complementar el tratamiento puede exfoliar sus pies una vez por semana. Los productos que le ayudarán a mantener la higiene diaria son el talco, los sprays refrescantes y las limas.
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