Abel (22, Comas). Nunca pensé que las personas a quienes consideraba mis mejores amigos se convertirían un día en mis enemigos, pues desde hace dos meses me hacen prácticamente la vida imposible con mi pareja sentimental, de quien no cesan de burlarse en público sólo porque es bien gordita.
Yo sé perfectamente que no debería hacerles caso, ya que nunca me ha importado mucho el físico de mis enamoradas, porque soy de las personas que se fija más en lo que llevan dentro, en el alma; pero ahora estoy a punto de perder el control.
Sin embargo, debo confesar que mi gusto se inclina más por las mujeres rellenitas, es decir, gorditas, pues las considero más amorosas, más ardientes y sin prejuicios.
Empero, mi última relación sentimental está a punto de irse al tacho, todo por las constantes bromas de mal gusto de mis amigos, quienes ni bien conocieron a Mariana, mi pareja, no cesan de mofarse de su gruesa figura.
La tildaron desde "Ballena" e "Hipopótamo". Cuando me vieron bailar con ella en una reunión, no cesaron de gritar "¡ahorita se abre la tierra, Abel!, ¡ten cuidado!
Tras escuchar esta horrible frase, estuve a punto de enfrentar a mis dos mejores amigos, varios años mayores que yo, pero mi enamorada me detuvo, me dijo que no valía la pena porque ella tiene correa ancha y no le daba mayor importancia a lo que decían.
A pesar de ello, al día siguiente fui a buscar a mis amigotes, a quienes con mucho respeto les dije que cesaran de insultar a mi pareja.
Ellos, en lugar de cambiar de actitud, casi riéndose me dijeron que yo me estaba equivocando, pues debido a mi corta edad estaba eligiendo mal a mis enamoradas y sólo estaban tratando de ayudarme.
Mis amigos me advirtieron que iban a continuar fastidiándome, tal como lo hicieron con mi anterior enamorada, quien también era gordita y me dejó al no aguantar los insultos de mis amistades.
Consejo:
Creo que deberías alejarte de esos dos muchachos, porque no se están comportando como verdaderos amigos al no valorar tus sentimientos, que son lo más importante en una relación. Si de verdad amas a tu enamorada, debes hacer que la respeten.
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